- Conteo y registro: Llevar un control preciso de sábanas, toallas y edredones, registrando entradas y salidas.
- Supervisión de stock: Garantizar suficiente inventario, identificando pérdidas o desgastes.
- Inspección de calidad: Revisar el estado de los textiles y gestionar reposiciones.
- Coordinación interna: Comunicarse con lavandería y housekeeping para asegurar disponibilidad.
- Recepción y entrega: Verificar cantidades y condiciones de la ropa limpia.
- Gestión de reportes: Informar sobre el estado del inventario y posibles incidencias.
- Cumplimiento de higiene: Asegurar el manejo adecuado de textiles según normas sanitarias