Analizar las fallas en los componentes y verificar la trazabilidad para determinar si el producto cumple con los requisitos de calidad. En caso contrario, establecer acciones de contención, desechar el material defectuoso o prepararlo para su reinserción. Implementar alertas de calidad, mantener puntos limpios y coordinar con otros departamentos para garantizar la calidad tanto del proceso de manufactura como del producto final.